domingo, 14 de julio de 2013

CICLOTURISMO POR EL ALGARVE

Ya el pasado verano hice este pequeño viaje por el Algarve y quedé entusiasmado. En esta ocasión he querido repetirlo, pero en compañía de mi hijo Alberto. He intentado
seguir en la medida de lo posible la EcoVía del Algarve. Ésta ruta es el comienzo (o el final) de la Ruta Costa Atlántica, que cruza Europa desde el cabo Norte situado al norte de Noruega, hasta el cabo de San Vicente al sur de Portugal. El punto de inicio (km 0) de la Ecovía
del Algarve está en el cabo de San Vicente (Sagres) y finaliza en la  localidad portuguesa de
Villareal de San Antonio, unos 230 Km que discurren por el Algarve portugués. 
En nuestro caso, y dado que mi hermana Pilar reside en Bellavista (Aljaraque), optamos por desplazarnos hasta allí en coche, hacer noche e iniciar la ruta desde Aljaraque.

ETAPA 1. Aljaraque - Tavira (83 km)
A las 8:15 ya estábamos en ruta, atravesamos la marisma de Aljaraque por la plataforma de madera y siguiendo el carril bici llegamos hasta la playa de la Bota. El frescor de la mañana y la sombra de los pinos hacían un deleite para los sentidos este paseo. Siguiendo la playa de la Bota nos dirigimos hasta el embarcadero del Rio Piedras en Nuevo Portil, donde optamos por tomar un barquito (Flechamar.com) y cruzar a "la-playa-de-la-flecha-del-rompido"

Esta manga, conocida también con el nombre de Nueva Umbría, conforma el Paraje Natural del Río Piedras. La Flecha es una extensión de nueve kilómetros de longitud (12 desde La Antilla) y 500 metros de anchura en sus puntos más anchos. 
Es una playa virgen que conforma una península de tierra baja, de marisma, dunas y playa, sin más construcciones que la antigua Almadraba, abandonada y que forma parte del patrimonio etnográfico del lugar, dando cuenta de una actividad heredada a través de los milenios por los habitantes oriundos de esta costa suratlántica desde el Estrecho de Gibraltar hasta la desembocadura del Guadiana.


Aprovechando la marea baja, llegamos al término de La Antilla donde retomamos la carretera que nos conduciría a Isla Cristina. Ya con el sol apretando de lo lindo y  con cansancio en las piernas, optamos por hacer una paradita con su correspondiente avituallamiento. Una vez recuperados, enfilamos hacia las marismas de Isla Cristina por la via verde litoral, que nos llevaría hasta Ayamonte. Ya teníamos al frente Portugal, tan sólo nos separaba el Guadiana. De nuevo tuvimos que hacer uso de un barco para cruzar, en esta ocasión me vinieron a la memoria viejos recuerdos, del viaje que ya hace más de 20 años hiciera con Ángela por estas mismas tierras, pero en esa ocasión con mi viejo Renault 5.
Ya en tierras lusitanas, aproveché la parada en el barquito para cargar el track de la ecovia en mi Garmin etrex30. Seguramente sin la ayuda de este pequeño gran invento hubiese sido imposible realizar toda la ruta en la parte portuguesa, pues  esta vía tiene ya sus años, y las marcas azules características se encuentran borradas en numerosos puntos que hacen muy difícil su correcto seguimiento.

A destacar el bello pueblecito de Cacela Velha, con sus callecitas estrechas, su castillo y sus magníficas vistas del océano.
Ya en Tavira, nos alojamos en la Pousada da Juventude, donde por el módico precio de 12 eurillos te incluyen el alojamiento y el desayuno. A destacar su céntrica ubicación, sus renovadas y completas instalaciones (posee un garaje interior en el que pudimos dejar las bicicletas a buen recaudo).


ETAPA 2. Tavira - Faro (41 kms)
Sin demasiadas prisas, y una vez dado cuenta del suculento y completo desayuno del albergue, emprendimos de nuevo la marcha; en esta ocasión, destino Faro, que con sus más de 64.000 habitantes, constituye la ciudad más populosa del Algarve. La ecovía atraviesa prácticamente en su totalidad el parque natural de la Ria Formosa, el cual cubre una franja de 60 Kms a lo largo de la costa sur de Portugal. Está formado por 5 islas barradas paralelas al Océano Atlántico que protegen las salobres, templadas y poco profundas aguas de las rías, especialmente ricas por su increíble variedad de vida animal y vegetal. El parque es de especial importancia para las aves, ya que aquí crían un gran número de especies poco habituales, y es uno de los paraísos invernales preferidos de las aves migratorias que llegan aquí para descansar. El fértil entorno también sirve como centro de reproducción para todo tipo de peces y marisco.

Al llegar a la ría tomamos el camino por la izquierda en una carretera paralela a ésta. Este camino nos lleva hasta Torre de Ares.

Torre de Ares

Los actos de piratería de los musulmanes en el litoral del Algarve obligaron a la construcción de un sistema defensivo de torres albarranas, también llamadas de “fachos” (antorchas), “atalayas” (atalaya) o “almenaras”, que daban rebato de musulmanes siempre que avistaban una embarcación sospechosa. En la mitad del siglo XVIII, aún se conocían seis torres en esta zona que, sin embargo, no resistieron al paso del tiempo y a la incuria del hombre. Lo que queda como memoria es la Torre de Ares que hace poco tiempo fue recuperada.
Ya en Fuzeta, hicimos un breve alto en el camino para rellenar de agua los bidones y tomar algo. La mañana había amanecido algo calurosa, y debíamos proseguir si no queríamos que nos pillasen las horas más calurosas. Nuestro siguiente objetivo era Olhao, sin embargo el trazado de la ecovía se perdía en numerosos puntos y el camino se complicaba por momentos. Optamos por seguir siempre la vía del tren por su margen sur y cruzarla por la parte del camping hasta alcanzar Olhao por la zona industrial.

Playa de Fuzeta


Una vez repuestos del esfuerzo y convenientemente hidratados, proseguimos nuestra ruta hasta Faro, donde nos alojamos en su Pousada da Juventude. Aprovechamos para darnos una buena ducha y un merecido descanso, pues a esas horas el calor aún apretaba de lo lindo. Faro dispone de una zona comercial en el centro de la ciudad alrededor de las calles Francisco Gomes, Liberdade y Ferreira Almeida. Aprovechamos para hacer una breve visita por sus zonas más emblemáticas y probar sus afamados mariscos.


Catedral de faro


Plato de berbigaos




ETAPA 3. Faro - Portimao (90 kms)

Quizás de las tres etapas la más bella, especialmente por los variados paisajes que hemos atravesado: Desde la bulliciosa Albufeira, bellos y frondosos pinares, los campos de golf y mansiones majestuosas de Quarteira y Vilamoura, las marismas de Pera, los acantilados de nuestra señora da rocha o la Ria del Arade. Aunque también nos ha resultado la más dura, tanto por la distancia (90 kms) como la adversa climatología (ola de calor) que hemos tenido que soportar.
Estación de Faro
He querido colocar esta fotografía, por que precisamente en ese punto tuvimos que atravesar la vía del tren para pasar al otro lado por donde transcurría la ecovia (por cierto, sin señalar este desvío).

Playa de Almargem (Loulé)

Playa de almargem (Loulé)

Playa de almargem
Playa de Armancao de Pera

Puerto deportivo de Portimao
Praia do Vau (Portimao)
Para Completar la Ecovía, nos faltaría la última etapa, Portimao - Sagres, pero eso lo dejaremos para otra ocasión.



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