lunes, 4 de octubre de 2010

HIPERTENSIÓN ARTERIAL


¿Qué es la presión arterial? El corazón es el órgano encargado de bombear la sangre que circula por nuestro organismo. Para impulsar el caudal sanguíneo a la circulación general, el ventrículo izquierdo del corazón se contrae y se relaja de forma cíclica, de forma que con cada contracción (sístole) empuja o bombea la sangre a las arterias (que son los vasos que transportan la sangre oxigenada desde corazón al resto de nuestro organismo), para después relajarse (diástole) y volver a llenarse de sangre. La  presión o tensión arterial es la presión que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias. Depende fundamentalmente de dos factores: el volumen o caudal de sangre que circula, y la resistencia que ofrecen las arterias a su paso.

La hipertensión arterial es una condición médica caracterizada por un incremento de las cifras de presión arterial por encima de 140/90 mmHg y considerada una de los problemas de salud pública en países desarrollados afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial. Para el registro y diagnóstico de una hipertensión arterial, se tiene por costumbre hacer lectura de las cifras tensionales en dos visitas médicas o más. Aquellos individuos con una tensión arterial entre 130/80 y 139/89 tienen un riesgo duplicado de desarrollar hipertensión arterial que los individuos con valores menores. La hipertensión es una enfermedad asintomática y fácil de detectar, sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo.
La hipertensión arterial, de manera silente, produce cambios hemodinámicos, macro y microvasculares, causados a su vez por disfunción del mismo endotelio vascular y el remodelado de la pared de las arteriolas de resistencia, responsables de mantener el tono vascular periférico. Estos cambios, que anteceden en el tiempo a la elevación de la presión, producen lesiones orgánicas específicas, algunas de ellas definidas clínicamente.
En el 90% de los casos la causa es desconocida por lo cual se le ha denominado "hipertensión arterial esencial", con una fuerte influencia hereditaria. Ese porcentaje tan elevado no puede ser excusa para intentar buscar su etiología pues en 5 a 10% de los casos existe una causa directamente responsable de la elevación de las cifras tensionales. A esta forma de hipertensión se le denomina "hipertensión arterial secundaria" que no solo puede en ocasiones ser tratada y desaparecer para siempre sin requerir tratamiento crónico sino que además puede ser la alerta para localizar enfermedades aún más graves de las que solo es una manifestación clínica.
Para cada paciente existiría una cifra umbral para diagnosticar “hipertensión”. Dicho nivel estará dado por la evidencia científica disponible con relación a su perfil individual, en especial evidencia proveniente de estudios, observacionales, epidemiológicos o de experimentos clínicos controlados.

Recientemente el JNC 7 (The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure)[1] ha definido como prehipertensión a la presión arterial comprendida entre 120/80 mmHg y 139/89 mmHg. La prehipertensión no es una enfermedad, sino una categoría que permite identficar personas con alto riesgo de desarrollar hipertensión. Esta cifra puede variar de acuerdo al sexo y edad del paciente.
La lectura de la tensión sistólica tiene predominio sobre la diastólica después de los 50 años, siendo al revés previo a esa edad. Antes de los 50 años de edad la presión arterial diastólica es un más potente factor de riesgo de cardiopatía, mientras que la presión arterial sistólica lo es después de los 50 años de edad.
¿Qué a qué viene este rollo? Pues a que recientemente he visitado al cardiólogo y me ha realizado un estudio completo: Analítica, ECG, Ergometría y Ecocardiografía. En principio todo normal (algo de colesterol), sin embargo al realizar la prueba de esfuerzo las medidas de la TA dieron en el umbral máximo de 120/190 mmHg, o lo que es lo mismo, HIPERTENSIÓN! un serio factor de riesgo cardiovascular. El Dr. Sanz de Tejada (que así se llama el "maestro") me ha mandado medicación para controlar esos niveles y ...la realización de ejercicio de forma MODERADA (¿y que entenderá este tipo por moderado?, me perguntaba yo. Bicheando por la red, me he topado con el blog de FRANCISCO GILO , muy interesante y consultado (cerca de 1000000 de visitas hastala fecha); y en él he encontrado nueva y sorprendente información acerca de la relación entre la hipertensión arterial y la práctica deportiva, que me ha hecho volver a ver la luz. De todas formas y por el momento, hasta una segunda opinión, he cancelado el entrenamiento con vistas a la Maratón de Málaga y limitaré mi participación a carreras de menor distancia y exigencia. 

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