He querido dejar pasar unos días para cicatrizar las heridas de guerra, y no sólo las físicas, sino también la psicológicas.
En las victorias, uno se encuentra eufórico, feliz, con la sensación del deber cumplido; ya lo experimenté el pasado mes de mayo al finalizar los 101km de Ronda. Sin embargo, las derrotas dejan un sentimiento de fracaso, de algo inacabado, una decepción, que al final se torna en culpabilidad. Le das mil vueltas, ¿Qué hice mal? ¿Qué falló?, pero ya de nada sirven los lamentos.
Ayer puede ver la siguiente imagen en el muro de TurdetatiaTeam
que me ha hecho reflexionar y pensar mucho en los fallos cometidos para intentar no repetirlos en un futuro.
El análisis:
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Gusano de luces subiendo la maliciosa (desde la Bola del mundo) |
La prueba comenzaba a las 11:00 de la noche del viernes, es decir, quedaban por delante al menos 7 horas de oscuridad. Yo disponía de mi ledsenser H7, vamos, un pepino de frontal; pero cometí el error de no comprobar el estado de las pilas que llevaba, era un paquete nuevo. Sin embargo, a la hora y media escasa, el frontal comenzaba a apagarse lentamente. Tranquilo ( me dije), cambio de pilas y asunto solucionado. No iba a resultar tan fácil, pues a la máxima potencia apenas iluminaba 10 metros y además "flojito", así pude aguantar hasta el amanecer, sin arriesgar mucho en las bajadas y dosificando al máximo la iluminación. Entre eso y lo peligroso de los descensos me hizo ser muy muy prudente. Aun así, en una de las bajadas, me torcí de nuevo el tobillo derecho, el mismo que me jodí hacía ya 4 semanas. Parada, masaje y pomada Radiosalic al canto.
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Desde el Puerto de la Morcuera (Peñalara al fondo) |
En la subida al puerto de la Morcuera, segundo error de bulto: tomo una senda equivocada, siguiendo a otros corredores, y cuando nos queremos dar cuenta, pues eso, 2 kilómetros más por lo menos.
Una vez alcanzo el Puerto, aprovecho para repasarme las ampollas que ya comenzaban a aparecer y comer algo. Desde ese punto y hasta Rascafría lo hago corriendo, casi 17 kilómetros. Pero aún quedaba otro tercer error: de nuevo despiste monumental, y en lugar de seguir la indicación a la senda, continúo por la pista lanzado. Y llegando a las presillas, adelanto a corredores que hacía tiempo había adelantado ¿¿¿????. esto no puede estar pasando, llego al puente del perdón a las 9:30 y el GPS me marca 57 km. Allí me estaba esperando mi hermano Raul, que me acompañará los próximos 20 kms hasta el Peñalara.
En El polideportivo de Rascafría saludo a Jose (del villanuevacorre) y aprovecho para mudarme de ropa, refrescarme algo y avituallarme adecuadamente.
Después de repasar todo el material y comprobarlo bien, iniciamos la subida bajo un sol de justicia que comenzaba a apretar.
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Curándome las ampollas |
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En el puerto del Reventón |
Pasado este punto, nos da alcance Jose, que viene de menos a más, con el que ya continuaríamos juntos hasta la cumbre del Peñalara.
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El corazón iba a mil por hora |
Muscularmente iba muy entero, pero las malditas ampollas no me dejaban pisar agusto, necesitaba de nuevo quitarme los calcetines y arreglar esas heridas.
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Peñalara (2429 m) |
En ese punto Raul se separó de nosotros y regresaría a Rascafría por otros senderos; a nosotros nos quedaban por lo menos tres horas hasta la Granja, por un camino de cabras, y con un descenso vertiginoso. Se me hacía difícil apoyar bien los pies, e iba reteniendo todo el cuerpo con los cuadriceps y las rodillas como podía, eso hacía que se me fuesen cargando más y más. Para colmo de desgracias, la válvula del tubo del camelback se me había obstruido y tuve que parar a desmontarla y arreglarla. Joder, pensaba, hoy sale todo mal. A falta de unos kilómetros para la Granja, noté que me faltaban las fuerzas y que me quedaba "pajarón". Pues hasta aquí llegamos luisma!!!, me decía, entre el solazo que pegaba de lleno, sin poder pisar bien con el pie derecho y la rodilla pidiendo la hora........Ufffffffffff.
Por suerte, en el avituallamiento de la Granja, pude descansar algo, me curaron algo las ampollas, tomé un ibuprofeno y comí algo de pasta y fruta. Asi que, sin pensarlo dos veces, eché a andar de nuevo y a un pasito decente de 6.5 km/hora hice casi todo el recorrido de los pinares de Valsain hasta la casa de la Pesca. Inicio la subida a la fuenfría, 2 kilómetros salvajes, que me hacen parar en más de una ocasión, pero que salvo sin mayores problemas. Bien me digo, ahora a por el puerto de Navacerrada, 7 km me separan. Pero en los pies ya tengo agujas que se me clavan a cada paso, y la rodilla derecha de nuevo comienza a quejarse, voy solo, oscurece....se hace de noche de nuevo, y estoy solo. Son esos momentos de soledad, en los que el coco no para de dar vueltas, los que definitivamente echarían por tierra la aventura. Ya no corro, ni tan siquiera ando.... me arrastro cual "pirata con pata de palo". Lloro de desesperación, me acuerdo de todos esos entrenos por los alcornocales, de los amigos del turdetania, de los de villanueva, de la familia y sigo llorando, en soledad y en la más absoluta oscuridad.
Consigo llegar al puerto de Navacerrada, y en esta ocasión los voluntarios no logran convencerme para seguir, la decisión la tengo tomada. Sería un suicidio y arriesgarme de forma innecesaria a una lesión segura, hacer esos 9 km hasta Navacerrada con un desnivel de 700 m-, tan sólo 9 kilómetros, después de haber recorrido 110,4 km en 25 horas, acojonante!!!
3 comentarios:
grande luisma,gracias por la mención pero lo tocaste con los dedos y eso cuenta y mucho,lo tenias hecho,es doloroso retirarse y mas en ese punto pero para mi eres un finisher mas y has cumplido como el que mas.no tienes porqué sentirte decepcionado,caer solo te obliga a levantarte.animo y a pensar en otra. agradecer también a tu hermano por todas las atenciones,un abrazo
Muchos animos Luisma.
Toca levantarse mucho mas fuerte y seguro que lo vas a hacer. Eres todo un campeón.
Estuviste muy cerca Luisma, te falto la guinda del pastel. Me has recordado tu pasaje llegando al puerto de Navacerrada alguna que otra vez que me he visto en esas circunstancias. Bueno, a descansar y prepararse para la siguiente.
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